La intervención prentende mejorar, no solo el mercado sino su inserción en el entorno cercano, proponiendo nuevos accesos rodados que no entren en conflicto con los peatones, un nuevo ascensor que permita el acceso desde el barrio del Carmel y la transformación de la calle Trueba en un paseo pacificado.
La zona de descarga existente en la parte trasera se traslada a un nivel inferior y el espacio que ocupa permite una ampliación de la superficie del mercado.
La operación se complementa de un gran huerto urbano situado en la cubierta y vinculado a un pequeño restaurante.
Una nueva piel envolverá todo el conjunto y le dará una nueva imagen.